Los depósitos calcáreos, comúnmente conocidos como sarro o cal, son acumulaciones sólidas de minerales que se forman cuando el agua rica en calcio y magnesio se evapora, dejando tras de sí estos minerales. Estos depósitos suelen encontrarse en lugares donde el agua hace contacto constante con superficies, como tuberías, grifos, calderas, y electrodomésticos que utilizan agua caliente.
Formación y Efectos
El proceso de formación de los depósitos calcáreos se conoce como precipitación mineral. Este fenómeno ocurre cuando el agua dura, al calentarse o evaporarse, deposita carbonato de calcio, creando una capa dura y blanquecina. Estos depósitos pueden reducir la eficiencia de los electrodomésticos, obstruir tuberías, y deteriorar la estética de las superficies.
Prevención y Eliminación
La prevención se centra en tratar el agua para reducir su dureza, utilizando suavizantes o sistemas de tratamiento específicos. Para eliminar los depósitos ya formados, se pueden emplear desincrustantes específicos o métodos caseros como el uso de vinagre o ácido cítrico, que disuelven el calcio permitiendo su limpieza.